«Cada uno habla de la feria según le va en ella». Este es un refrán con diferentes variaciones según el lugar y la edad, pero con el mismo significado: la historia es contada desde el punto de vista y la subjetividad de quién la cuenta.
Es por eso que los colombianos hemos crecido evangelizados por una versión del pasado blanco, heterosexual, masculino y eurocentrista, que solo se ha ido modificando conforme damos crédito a otras voces; voces que empiezan como murmullos y van tomando fuerza con el tiempo para convertirse -algunas- en teorías de la conspiración.
Y es que hay varias de estas teorías alternativas que han sido comprobadas en el mundo y nos llevan a dudar constantemente de las versiones oficiales tan mendaces y deletéreas que nos presentan en medios de comunicación y libros de historia.
Pues de ese material está hecho el libro «La forma de las ruinas» de Juan Gabriel Vásquez (Alfaguara, 2015), de las teorías de la conspiración en dos asesinatos profundamente dolorosos para Colombia: la muerte a hachazos del general Rafael Uribe Uribe el 15 de octubre de 1914 y el fatídico 9 de abril de 1948 en el que murió a tiros Jorge Eliécer Gaitán.
En este relato, que tiene gran parte de autobiografía, se usa el vehículo narrativo de la ficción para dar a conocer la versión alternativa de los hechos, a través de la exploración de archivos, testimonios y protagonistas de la época, como Marco Tulio Anzola – el abogado que se entrega en cuerpo y alma a demostrar que el asesinato del general Rafael Uribe Uribe no fue un hecho de dos sujetos que lo odiaban, sino la conspiración de todo un grupo social que quería eliminar al general y lo que representaba-, que demuestran por una parte, la lucha por la verdad que alguien siempre ha estado dispuesto a encontrar, y por otra, esta costumbre tan colombiana de vivir cada día con su afán, de olvidar pronto y justificar la violencia.
«La forma de las ruinas» es un texto apasionante que conduce al lector por la historia no contada de su país, mientras busca desesperadamente entender por qué Carballo – su protagonista- está obsesionado con la teoría de la conspiración en torno al asesinato de Gaitán, el hombre que pudo ser presidente de Colombia y cambiar de alguna manera los días que vivimos.
Con César Carballo nos preocupamos, nos exasperamos y finalmente nos conmovemos, pues este personaje demuestra que una teoría de la conspiración es un tejido de sucesos que se fortalece todo el tiempo y se alimenta de la añoranza de la verdad, la nostalgia por las pérdidas e incluso, el amor.
¿Qué tienen en común los asesinatos de estos dos líderes? ¿Y el de ellos con el de Jhon F Kennedy? Esta conexión la establece a profundidad y con un hilo entretenido Juan Gabriel Vásquez, quien por ahí derecho logra identificar a los lectores con las personas que le han apostado a contar con toda su convicción, el lado B de la historia. Así que vale la pena darle forma a esas ruinas que nos ha ido dejando Colombia.
Por: Hope Fonts
Escritos del mismo autor: Mi signo del Sol, Viaje a la nada, FARC sin la A, un nuevo paso, Un café para el alma, Ella. Sala de espera,una reseña. Carta abierta a Álvaro Uribe Vélez, Extraordinaria desnudez. A mis hermanos. Mi Ricardo Silva personal. Esperanza. El Secreto de las mujeres hogareñas. Internet, nuestra propia burbuja personal. Los tiempos de los chupamedias. Un homenaje a mi «agüelita». El lenguaje no sexista, un manifiesto. El dolor, una visión cerebral, La Política del entretenimiento. Sí, todavía sigo en la modistería. Los diálogos de Borges y Sábato, un bonito verano porteño, Retazos, Roma, una joya brillante y dolorosa, Nuestra postal, Race, otra reseña. Botero, un documental que todo colombiano debería ver