De que las hay, las hay

De que las hay, las hay

Dicen que todas las personas que llegan a la edad más madura de su vida empiezan a sentir la compañía de una bruja, un ser...
Dicen que todas las personas que llegan a la edad más madura de su vida empiezan a sentir la compañía de una bruja, un ser malvado que se aprovecha de la debilidad de su otoño para darles puntazos por el cuerpo, para apretarle los órganos, para empujarlas al suelo y burlarse de ellas. En mi pueblo no hay viejo que se salve de las brujas. Ellas los acompañan a todo lado, los rodean y se burlan de ellos. Al final se aprende a vivir con sus burlas y a sobrellevar sus piquetes, golpes y amargura. Nuestros chamanes, aunque nada que...
El secreto de José Asunción

El secreto de José Asunción

“A mí me asesinaron” murmuró. Fue un murmullo seco en medio de un sueño en el que divagaba sobre el hermoso paisaje sabanero; un murmullo...
“A mí me asesinaron” murmuró. Fue un murmullo seco en medio de un sueño en el que divagaba sobre el hermoso paisaje sabanero; un murmullo entrometido, sin personaje puntual. La frase llamó mi atención –no lo voy a negar- pero se olvidó rápido en los ires y venires diarios. Por esos días estaba metido de lleno en la investigación biográfica de Antonio Nariño. Mis días los pasaba entre mi biblioteca personal y la Biblioteca Nacional. Pero el murmullo se repitió. Esta vez no en un sueño, sino en la biblioteca: “A mí me asesinaron”. La segunda vez fue más seco,...