De que las hay, las hay
Dicen que todas las personas que llegan a la edad más madura de su vida empiezan a sentir la compañía de una bruja, un ser...
Dicen que todas las personas que llegan a la edad más madura de su vida empiezan a sentir la compañía de una bruja, un ser malvado que se aprovecha de la debilidad de su otoño para darles puntazos por el cuerpo, para apretarle los órganos, para empujarlas al suelo y burlarse de ellas. En mi pueblo no hay viejo que se salve de las brujas. Ellas los acompañan a todo lado, los rodean y se burlan de ellos. Al final se aprende a vivir con sus burlas y a sobrellevar sus piquetes, golpes y amargura. Nuestros chamanes, aunque nada que...