Hagamos un acuerdo: perdonémonos siempre y procuremos que el otro sepa que no solo está en nuestra sangre. No importa cuán cursi suene y qué tan irreal parezca. Perdonar es liberarse y abrigar al amor. Ser hermanos es tan arbitrario cómo vivir. Ninguno pidió estar aquí ni compartir; ninguno sabía a qué genios, estados de…